La Phillippe Chatrier, estadio principal de Roland Garros, atestiguó un partido que quedará en la historia grande del tenis. Naomi Osaka e Iga Swiatek se vieron las caras muy pronto. La japonesa, ganadora de cuatro Grand Slams y ex número uno del mundo, se midió ante la absoluta dominadora de la WTA actual.

Swiatek vio de cerca como la eliminación le llegaba hasta el cuello. Pero en la superficie predilecta de la polaca, no le puedes dejar ni un resquicio. Osaka hizo lo suyo. Peleó hasta el final. Ha demostrado que ha llegado una nueva rival para la nacida en Varsovia. A sus cortos 22 años, Iga es tricampeona de Roland Garros y ha levantado también el US Open. Es, sin dudas, la ‘Reina del Clay’.

Pero el partido por segunda ronda del Majors francés fue un capitulo distinto. La número uno del mundo estuvo en serios aprietos. En el primer set, salvó un set point de la nipona y llevó el partido para el tiebrak, que terminó ganando. En la segunda manga, la sorpresa fue mayor. Tres quiebres de Osaka y un 6-1 apabullante.

El tercer y decisivo parcial inició con la tónica del segundo. Dos quiebres a favor de Naomi y un 3-0 que dejaba al borde del batacazo a Swiatek. 5-2 llegó a estar arriba quien fue la primera asiática en la cima del tenis mundial. La polaca se recuperó y llevó al partido al 5-4 y todo parecía que, con el servicio de Osaka, la victoria estaba consumada. Pero Iga no se rindió. En una muestra de resiliencia y cabeza dura, la ‘Reina del Clay’ hizo honor a su apelativo.