Rafael Nadal es un tenista que ha marcado una época en el tenis. Y qué decir en Roland Garros. Nadie levantó más trofeos (14) en el Phillipe Chatrier -campo central- que el manacorí. Nadal es el pez y el polvo de ladrillo es el agua. Pero 37 años y una lesión que lo alejó por casi un año de la raqueta y la red no pasan en vano. Hoy Rafa jugó tal vez su último Roland Garros. Cayó en primera ronda ante Alexander Zverev, número 4 del mundo.

El duelo ante el alemán tranquilamente podía ser un partido de cuartos, semis o final. Pero el sorteo lo quiso así. El ranking de Rafa le jugaba un revés, fuerte y a dos manos. Se reeditaba el cruce de semifinales en 2022. Aquella ocasión, Zverev se retiró en muletas por una dura lesión que lo dejó varios meses fuera de las canchas de tenis.

‘Sascha’ demostró porque es el cuarto del mundo en el ranking ATP. Dominó el partido, pero el manacorí no claudicaba. Fue un 6-3, 7-6(5) y 6-3 final. El español, ganador de 22 grandes, estuvo cerca de emparejas el partido en el segundo set que se definió en el tiebreak. Asimismo, sumó su cuarta derrota en Roland Garros. Sí, apenas la cuarta. Y por primera vez perdió dos encuentros seguidos en el polvo de ladrillo. El ‘Rey del clay’.

En la segunda manga, donde mostró el mejor nivel, Nadal Salvó dos break points cuando el partido iba 2-1 a favor del alemán y mantuvo su servicio. Primera opción para quebrar y no la desperdició. El punto ganado en el game anterior le dio un impulso anímico increíble al manacorí al ritmo de un ‘Rafa, Rafa’ que caía de las gradas abarrotadas del Phillipe Chatrier.

“Lo que siento ahora es difícil de describir, es algo muy especial que siempre llevaré en mi corazón”, agradeció Nadal a la afición parisina. Además, dejó la puerta muy abierta a su regreso en un par de meses para los Juegos Olímpicos. En el máximo evento del deporte, Nadal se ha colgado la de oro dos veces.