La tenista española Paula Badosa ha dado a conocer su punto de vista sobre la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en el deporte de la raqueta. La nacida en Nueva York, en entrevista con La Vanguardia, fue muy tajante y no dejó dudas sobre su postura, muy en sintonía con lo que sostiene su amiga Aryna Sabalenka. Además, Badosa se refirió a las críticas que suele recibir por la relación sentimental que mantiene con Stefanos Tsitsipas.

«El tenis masculino genera más que el femenino, igual que en el mundo de la moda ocurre lo contrario. En mi deporte, de hecho, está mucho más igualado que en otros, y no me molesta que si los mejores tenistas generan más, lo ganen en proporción», sentenció.

El número 1 y la número 1

Tiene razón Badosa en argumentar que el tenis es uno de los deportes más igualados en lo que respecta a ganancias de los jugadores. De acuerdo con los sitios oficiales de la ATP y la WTA, de lo que va de la temporada, Jannik Sinner ha embolsado unos 5.5 millones de dólares; mientras que Iga Swiatek, cerca de 6.7.

Es decir, la diferencia entre ambos jugadores, que lideran sus circuitos y que han ganado uno de los tres Grand Slam de la temporada, es a favor de la polaca de 23 años.

¿Qué final de Grand Slam se ve más?

En lo que respecta a lo que puede generar cada categoría, es necesario remitirnos a los datos y estadísticas. Por ejemplo, la final masculina del Australian Open genera 439.000 espectadores de media (ESPN) y 1,3 millones (Nine); la femenina: 379.000 (ESPN) y 1,43 millones (Nine).

Sin embargo, en el Abierto de Estados Unidos la situación cambia drásticamente. ESPN estuvo a cargo de ambas transmisiones: la final masculina congregó 2-3 millones de espectadores; la femenina, 3.4. Estos son datos de la temporada 2023 que aparecen en el Diario AS.

La relación con Tsitsipas

Por otro lado, la española de 26 años fue consultada sobre el manejo de las críticas a las que está expuesta, junto a su pareja Stefanos Tsitsipas, también tenista. Los comentarios negativos que más recibe es sobre la injerencia que tiene el vínculo sentimental en el rendimiento de cada uno.

«Las críticas nunca son fáciles de gestionar, aunque a veces nos hace hasta gracia porque la gente no se da cuenta de que somos dos personas que compartimos una misma pasión», afirmó.

«A mí lo que más molesta es que la gente hable de realidades ajenas. Puedo llegar a entender críticas a mi parte profesional, a mi tenis, a que pierda o gane, pero vincular eso a algo personal me parece una falta de respeto», concluyó.