El 2024 será recordado como el año de los dopajes. Esta mañana, el mundo del tenis se volvió a remecer tras el anuncio de Iga Swiatek, actual número dos del mundo y campeona de Roland Garros este año. La polaca comunicó a través de sus redes sociales que había aceptado una sanción de un mes por parte de la Agencia Internacional para la Integración del Tenis (ITIA, por sus siglas en inglés).
La sustancia es cuestión se llama trimetazidine, un componente que la nacido en Varsovia ingerió en un medicamento contra el jet lag y los problemas de sueño. La ITIA dirimió el mes de suspensión luego de entrevistarse con la tenista y que las pruebas sean analizadas en dos laboratorios acreditados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
El organismo sostuvo que el nivel de culpa de Swiatek estaba en el extremo más bajo del rango de “Sin culpa o negligencia significativa”, por tal motivo solo se sancionó con un mes, el cual empezó a correr desde la gira asiática. Del 22 de septiembre al 4 de octubre, la polaca se ausentó a tres torneos por el doping positivo.
En junio del 2022, la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) suspendió al arquero marfileño Sylvain Gbohouo por 18 meses debido a un doping positivo por trimetazidina. El portero adujo que su doctor le recomendó un medicamento que contenía esta sustancia para mejorar sus problemas con la vista. la FIFA consideró que el futbolista ingirió “involuntariamente” la sustancia, pero dejó la sanción en 18 meses.
El primer terremoto por dopaje este año estuvo a cargo de Jannik Sinner. El italiano fue encontrado doblemente culpable en dopaje por clostebol durante el Máster 1000 de Miami. La diferencia que tomó el órgano de control de tenis fue eximir de cualquier suspensión al número uno del mundo, más allá de una resta de puntos y dinero.
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