Novak Djokovic es, a sus 38 años, el jugador de mayor edad que llega a cuartos de final del US Open desde que el estadounidense Jimmy Connors lo hiciera con 39 en la edición de 1991.
Djokovic tiene la satisfacción de estar en cuartos de un Grand Slam por 64ª ocasión, decimoquinta en el US Open. Tiene el récord global, no el de Nueva York, que pertenece a Connors con 17.
Pero la felicidad del balcánico no es completa. Al contrario, confiesa tener roto el corazón. «Es lo que es. Ya predije que podría pasar», recuerda de cuando lo avisó antes de debutar en el torneo. Y sucedió, reforzando el cambio de calendario de Djokovic, mucho más reducido, «porque quiero pasar más tiempo con mi familia».
Por último, agregó: «No le hace mucha gracia que yo no esté en la fiesta de cumpleaños. Al menos intentaré ganar ya que estoy aquí. Que sea un regalo para ella, aunque también le enviaré otros regalos bonitos, unas lindas sorpresas que conocerá en su fiesta de cumpleaños».
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