Clay, tierra batida o polvo de ladrillo. Pueden llamarlo como quieran, pero hoy la dueña de la superficie es Iga Swiatek. La polaca derrotó en la final a Jasmine Paolini por 6-2 y 6-1 y alzó el trofeo de Roland Garros por tercer año consecutivo, el cuarto en cinco años. Además, amplió su palmarés a 23 títulos.
Desde Sera Williams (US Open 2012, 2013 y 2014), ninguna tenista había podido ganar un Majors tres veces en fila. En la Chatrier, Iga solo pasó sobresaltos al inicio del primer set cuando la trasalpina le quebró el servicio. La experiencia y tenacidad de la uno del mundo pesó. Swiatek pasó altamente por encima de la italiana con un 6-2 y 6-1 contundente.
Swiatek llegó al descomunal récord de 21 victorias consecutivas en Roland Garros y está a ocho victorias de la marca que ostenta Christ Evert.
Levantado el trofeo, la de Varsovia no pudo esconder la emoción en su discurso: “Espero cada año volver aquí. Muchas gracias, los amo. Gracias por apoyarme, por ayudarme a creer que esto podía ser posible. A todos en sus casas, a mi hermana, mi familia y los sponsors por el constante apoyo. Gracias por el apoyo”.
En redes, es común leer que Iga Swiatek ganó Roland Garros en el encuentro ante Naomi Osaka por la segunda ronda del torneo. Cuánta razón. Ninguna oponente puso contra las cuerdas a Swiatek como lo hizo la japonesa. Osaka estuvo muy cerca de dejar afuera a la actual número uno del mundo y seguramente es la rival que más complicada le pondrá las cosas en los futuros torneos.
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