El Máster 1000 de Montreal tiene un campeón inesperado. Alexei Popyrin derrotó en la final a Andrey Rublev con parciales 6-2 y 6-4. El australiano cortó una racha de 21 años sin campeones de su país en torneos ATP de esta categoría. La victoria ante el ruso en suelo canadiense le ha permitido alcanzar su mejor puesto en el ranking: #23. Hasta hace una semana era #62.

Popyrin tuvo un rival complicado al frente de la red, pero que lo superó de principio a fin. El moscovita buscaba su segundo Masters esta temporada tras ganar el de Madrid. Fue la novena victoria ante un Top 10 para el nacido en Sidney y la vigésima frente a un integrante del Top 20.

Tras levantar el trofeo en la ciudad francófona, Popyrin recordó su título de Roland Garros Junior 2017 y reflexionó sobre la presión que sienten tenistas a corta edad. «Cuando estaba en juniors gané Roland Garros, era Nº2 del mundo. Piensas que estás obligado a triunfar, a llegar a la cima rápidamente”, comenzó diciendo”.

“Vi a muchos jugadores con los que crecí dar ese gran paso rápidamente, pero por mi parte, no fue así», agregó Alexei, quien dejó en el camino al #10 Grigor Dimitrov, donde salvó tres match points. Además, antes de Montreal solo había hilado tres victorias en la temporada en febrero pasado en Doha.

Por otro lado, Andrey Rublev, quien sufrió molestias físicas en el compromiso, no pudo hacer frente al gran nivel que mostró el australiano. Pese a cometer varios errores, el ruso no mostró su faceta donde suele perder los papeles y descargar su ira con la raqueta y su rodilla.

«Esta semana me siento muy orgulloso de mí mismo. De haber podido reaccionar de buena manera en algunos momentos, en algunos partidos, porque normalmenre reaccionaría de una manera completamente diferente. Estoy muy orgulloso de haberme ayudado a crecer», dijo Rublev.