
Desde la Fórmula 1 buscaron hacer más llamativo el GP de Mónaco, pero lograron todo lo contrario. La carrera fue considerada como una de las más aburridas del calendario y los pilotos bromearon con ello, dando a entender también su incomodidad.
Carlos Sainz fue el primero en quejarse porque tuvo que ralentizar su ritmo. Por eso, el español pedía soluciones inmediatas a la FIA, porque de esta manera, cada equipo podría manipular la carrera a su antojo. “A nosotros nos han manipulado la carrera, Lawson ha perdido 40 segundos para que Hadjar parase dos veces. Luego yo he perdido 40 segundos para que Alex (Albon)parase dos veces. Y luego Alex ha perdido 40 segundos para que yo parase dos veces”, indicó.
Max Verstappen, por su parte, tuvo que entrar a boxes a cambiar las gomas y volvió a pista para acabar en su posición real, un cuarto puesto del que tampoco se quejó mucho. En las calles de Mónaco poco más había que hacer, solo esperar un milagro que no se dio. Así que, sobre este formato de carrera, dio su opinión desde el humor: “No lo sé, la verdad es que casi estamos jugando a Mario kart. Luego quizá tengamos que instalarle piezas al coche. Quizás podamos lanzar plátanos. Sí, no sé, pista resbaladiza”.
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