
Independiente de la rivalidad en el campo de juego, muchos deportistas llevan buenas relaciones fuera de ello. Carlos Alcaraz y Ben Shelton son un claro ejemplo de esta situación. A pesar de jugarse el pase a cuarto de final del Roland Garros, hubo un gesto de fair play del español que dio la vuelta al mundo.
El murciano sacaba con 30-30 en el primer juego del segundo set y subió a la red a terminar la jugada. Su rival conectó un pasante de derecha y Carlitos tocó lo suficiente la pelota para dejarla muerta en el otro lado de la red.
Era el 40-30 para él. Sin embargo, se le había escapado la raqueta en el momento del último impacto y pidió al juez de silla que el punto no subiera a su marcador y se lo dieran a Shelton. Este disfrutó entonces de la primera de las seis pelotas de rotura en el juego.
«Me hubiera sentido mal si decía que no valía», analizaba el campeón de cuatro grandes a la conclusión. «Si hago algo ilegal tengo que decirlo para ser sincero con todo el mundo. Así es el deporte o debería serlo. Ser legal con el oponente y es por eso que lo he hecho. Ben también me dijo que podíamos repetir un punto en el que su saque tocó la cinta y el árbitro no dijo nada», agregó.
Necesitas iniciar sesión para comentar