Menos de 10 minutos pasaron para que la historia se ponga cuesta arriba para el Barcelona. Ter Stegen intentó salir jugando con Eric García, pero el central español tenía la marca de Minamino encima. El japonés presionó y el culé terminó haciéndole falta y provocando su expulsión en su intento de remediar el yerro del portero alemán. Recuerdos de Montjuic, aquella vez fue el uruguayo Araujo.

Bajo la atenta mirada del legendario Michael Jordan en el Stade Luis II, Maghnes Akliouche recibía por el costado derecho y se perfilaba para su pierna más hábil. El joven francés de 22 años condujo con la pelota muy pegada al pie, pasó uno, pasó otro, recortó ante Pedri y ensayó un remate que movió las redes del arco de Ter Stegen. Golazo.

El Barcelona de Flick se había mostrado como un equipo muy hábil y nocivo con la pelota. En el principado veía pasar la número cinco. Con la desventaja numérica, dos toques bastaron para que la pelota le llegue al mágico, un distinto. Pedri lanzó el pelotazo y buscó a Lamine. El adolescente aguntó, recibió y encaró. Dos amagues y adentro. Tablas en Mónaco.

El desequilibrio en el luminoso estuvo a cargo de George IIenickhena. El francés con ascendencia nigeriana aprovechó un balón largo de Caio Enrique para poner a su equipo arriba. El Barcelona pudo igualar con un tiro libre en los desceuntos de Raphinha, pero su remate se fue por arriba.