La Liga está al rojo vivo. Real Madrid no pudo en su visita al Osasuna y deja pista libre a que Barcelona, de ganar su partido ante el Rayo, se ubique como primero en el torneo doméstico. En El Sadar, los de Ancelotti igualaron a uno. Se pusieron en ventaja con tanto de Mbappé, pero Budimir emparejó la cuenta. Bellingham fue expulsado por “lenguaje ofensivo” contra el árbitro Munuera Montero.

Los blancos llegaban a este compromiso liguero luego de la agónica victoria en Manchester. De los cuatro de arriba, Ancelotti solo le dio descanso a Rodrygo. En su lugar jugó Brahim. El Merengue impuso condiciones desde el inicio. Vinicius estuvo desatado e indomable todo el partido. Al primer cuarto de juego, un centro de Pajarito Valverde fue conectado por Kylian Mbappé. El francés movió las redes de Herrera y refrendó su racha goleadora.

El cuadro madrileño manejaba el encuentro con parsimonia y Courtois no era inquietado. Antes del cierre de la primera mitad, una nueva polémica entre el club de la capital española y el arbitraje se instauró. El árbitro del encuentro, Munuera Montero, decidió expulsar a Jude Bellingham por lenguaje soez contra él. Según el inglés, renegó con el “fuck off”, es decir “jódete”, pero no en contra del colegiado. De acuerdo con el referí, fue un “fuck you”, un insulto más directo.

Lo cierto es que los blancos se quedaron con diez y los locales aprovecharon el hombre de más. En el complemento, una falta de Camavinga en el área fue cobrada como penal. El croata Budimir cambió la pena por gol y El Sadar festejó. Vini y sus escapadas endiabladas no fueron suficiente para que el Real confirme su posición en la tabla. Ahora el Barcelona tiene la opción de igualarlo en puntos y superarlo por diferencia de gol si vence al Rayo Vallecano.