En el mundo, hay escudos que reconoces en cualquier rincón. Uno de ellos, por su historia, exportación de futbolistas, identidad y demás, es River Plate. El ‘Millonario’ es un gigante del continente americano y del planeta. En esa línea, si vemos un resultado abultado, por lo general, ineludiblemente, pensaríamos que es a favor de los de Núñez. Pero esta vez no fue así.

El equipo que dirige técnicamente Martín Demichelis venía ‘dulce’ -como se llama a esa racha próspera en el argot futbolístico-. Campeón de la Supercopa Argentina ante Estudiantes y, por la liga local, goleó a Gimnasia. Dirían los bonaerenses: ‘bárbaro’. Además, son los únicos invictos en el torneo doméstico.

Debido a la para por los amistosos internacionales, la Liga de Fútbol Profesional de Argentina programó para esta fecha un ‘Duelo de campeones’. Un partido amistoso, casi decorativo. El compromiso sería a partido único entre el último campeón de la Primera División y del Ascenso. River Plate vs Independiente Rivadavia.

El partido se dio lugar en Mendoza. Cerca de 20 mil hinchas del ‘Millonario’ llegaron a las tribunas del Estadio Malvinas Argentinas. Pero, si no bastaba con verlos caer, se fueron a casa con el dolor de ver humillados a su equipo por un rival que provenía del torneo de ascenso y que no había logrado una sola victoria desde su llegada a la máxima categoría del fútbol argentino.

Y es que a River le calza como anillo al dedo su apodo de ‘Millonario’. Tras remodelar su estadio, han armado un equipo de ensueño con jugadores de altísimo valor económico. Sin embargo, en este impredecible deporte se vieron ampliamente superados en juego y marcador por una de extremadamente inferioridad en las variables mencionadas. Prieto, Vázquez y Tonetto (x2), los apellidos de los goles de la histórica victoria.