No hay deporte que más emocione en el mundo que el balompié. Y en la Champions, queda demostrada con creces esa afirmación. En Dortmund, se vivió una noche mágica de fútbol. Tuvo de todo. Principalmente goles. Ningún equipo escatimó. Pero los locales, ante su gente, se hicieron fuertes y sellaron una épica remontada.

El partido tuvo alta intensidad desde el primer minuto. Ambos intentaban. Morata tuvo la más clara en un mano a mano a los cuatro minutos. El ex Real Madrid desaprovechó la chance y la mando fuera. Goles que no haces, dice el conocido refrán. A los de Terzic les bastó cinco minutos para poner la llave a su favor. Primero Brandt para vencer a Oblak; luego Maatsen con un zurdazo letal tras una combinación en el área con Sabitzer.

El ‘Cholo’ Simeone debía reanimar a su equipo. El ingreso de Ángel Correo por Morata le inyectó a los ‘Colchoneros’ una nueva dosis de osadía y energía. Iniciado el complemento, Josema Gimenez cabeceó un centro de tiro de esquina y Hummels, en su afán de evitarlo, la introdujo en propia puerta. A los 63’, el vital cambio del ‘Cholo’ surtió efecto. Angelito Correa ensayó una volea de derecho tras encontrarse el balón en el área chica y ponía al Aleti nuevamente en semis.

Pero el empuje del Signal Iduna Park y la resiliencia de los negriamarillos pesó. Marcel Sabitzer centró para Fuulkrug y este ponía otra vez tablas al partido. Sólo tres minutos más tarde, un sutil pase de Can al área rival es recibido por Brandt. El alemán controla largo y el balón le queda a disposición de Sabitzer. El austriaco se acomoda para su zurda y desenvaina un disparo que vence a Oblak y desata la locura en el estadio. El Atlético nunca pudo reponerse el 4-2. Oblak, incluso, evitó lo que pudo ser un resultado más escandaloso.