La temporada 2025 de Ferrari ha comenzado de manera difícil, con el equipo enfrentando varios obstáculos desde las primeras carreras. A pesar de contar con la presencia de Lewis Hamilton, un fichaje estrella de la Scuderia, los resultados no han sido los esperados hasta ahora. En la apertura del campeonato, en Australia, Ferrari logró obtener solo cinco puntos, una cifra baja para un equipo que busca pelear por el título. En la siguiente cita, China, la situación no mejoró, ya que, a pesar de haber sumado 12 puntos en la carrera sprint, sus dos autos fueron descalificados después de la competencia principal, lo que les dejó sin puntos en la clasificación general. Después de dos carreras, Ferrari se encuentra en la quinta posición del Mundial de Constructores, a 61 puntos de McLaren, que lidera la tabla, un resultado que está lejos de cumplir las expectativas de la Scuderia.

Este arranque complicado, sumado a la descalificación de Charles Leclerc en China por no cumplir con el peso mínimo del auto y de Hamilton por un exceso de desgaste en el piso de su SF-25, ha dejado claro que Ferrari necesita una reacción inmediata. La presión es alta, especialmente con la llegada de Hamilton para complementar a Leclerc en el equipo, y con una serie de incorporaciones en el departamento técnico destinadas a asegurar el éxito en la lucha por el campeonato. Los responsables de Ferrari saben que cualquier otro resultado que no sea el éxito en 2025 será considerado un fracaso.

Con los ojos puestos en Japón, Ferrari espera dar un golpe sobre la mesa. La cita en Suzuka, que se celebrará en la tercera fecha de la temporada, marca el inicio de un triplete de Grandes Premios que continuará en Baréin y concluirá en Arabia Saudita. En este contexto, los ingenieros de la Scuderia están trabajando sin descanso para mejorar el rendimiento del SF-25 y encarar el desafío de Suzuka con mayores posibilidades de éxito.

Según el medio italiano La Gazzetta dello Sport, desde el final de la carrera en China, Ferrari ha estado realizando pruebas exhaustivas en el simulador de Maranello. Han probado más de 20 ajustes de configuración para encontrar la mejor puesta a punto para el circuito japonés. Una de las principales modificaciones será la combinación de configuraciones de suspensión delantera y trasera, que se alejarán de las utilizadas en Melbourne y Shanghái. En Ferrari están convencidos de que el problema no radica en el concepto del diseño del coche, sino en los ajustes que no se lograron optimizar en las primeras fechas.

La Scuderia espera mejorar notablemente en Suzuka, con la esperanza de conseguir un rendimiento competitivo que les permita acercarse a los primeros puestos de la clasificación. Además, los ingenieros ya están trabajando en el primer paquete de actualizaciones que se estrenará en el Gran Premio de Baréin, con cambios en la zona de los pontones, el cubre motor y la base del difusor. Este paquete se espera que mejore la aerodinámica del coche y su rendimiento general. Para el Gran Premio de Miami, Ferrari tiene planificado un paquete aún más grande que se espera que haga una diferencia significativa en el rendimiento del SF-25.

Con la mirada fija en el futuro cercano, Ferrari sabe que las próximas carreras serán cruciales para dar un giro a una temporada que, hasta ahora, ha estado por debajo de sus expectativas. Suzuka será el primer gran desafío de este proceso de reinvención y, para la Scuderia, representa una oportunidad vital para demostrar que están listos para luchar por el campeonato en 2025.