Stephen Curry firmó una noche mágica el último martes para liderar con 42 puntos a los Golden State Warriors en la inobjetable victoria en Nueva Orleans por 130-102, sobre los Pelicans que llegaban invictos en la NBA.

Las ausencias de Klay Thompson y Jonathan Kuminga obligaban a una gran noche de Curry, y no faltó a su cita con la precisión a la que tiene acostumbreados a los fanáticos del baloncesto. Firmó 7 triples de 13 intentos, con 5 rebotes, 5 asistencias y 2 recuperaciones.

Con Paul y Curry juntos en pista, Golden State supo controlar el partido y sumó a Gary Payton II para aportar desde cerca del aro, marchándose hasta siete puntos sólo en el segundo periodo. La dinámica se mantuvo tras regresar de los vestuarios, el control de partido de Golden State era incluso mayor, pero con mucha más influencia en el parqué, y la distancia fue incrementándose favorable a los de Steve Kerr.

Los Warriors se erigen como favoritos en la Conferencia Oeste y suman su tercera victoria al hilo (Kings, Rockets y Pelicans). Atrás dejaron las dudas que generaron la derrota inicial en casa ante los Suns. Dentro de dos días se volverán a cruzar ante los Sacramento Kings.