El GP de Barcelona se volvió a teñir de azul y rojo, los colores representativos de Red Bull. Max Verstappen tuvo otra actuación notable en Cataluña y consiguió su carrera número 61 en la Fórmula 1. Eso sí, cada jornada sufre más, pero el resultado termina siendo el mismo. Al neerlandés en el podio lo acompañaron Norris y Hamilton.

El punto clave de la cerrera se dio al inicio. Norris había ganado la pole el sábado y largaba primero. Verstappen, atento y al asecho, olía el error del rival. Russell se aventuró, pero su maniobra no le funcionó. Esto le fue favorable al más perspicaz de todos. Desde la primera curva, Max tomó posesión del lugar.

El resultado volvió a ser el mismo: Max Verstappen subido en lo más alto del podio. Pero la sensación que van dejando las carreras es que los días de amplia gloria del equipo de la bebida energética han llegado a su fin. Hoy los McLaren meten miedo. Mercedes ha hecho modificaciones y puntúan alto.

La gran decepción del GP de Barcelona son los dos pilotos de Ferrari. Leclerc y Sainz tuvieron un altercado en la pista, por lo que el monegasco le reclamó al madrileño una vez finalizada la competencia. Checo Pérez hizo lo que pudo y terminó octavo, pese a iniciar la partida con una sanción de tres puestos.