Lando Norris y el equipo McLaren están siendo un verdadero dolor de cabeza para los planes de seguir dominando la Fórmula 1 por parte de Red Bull. Norris, ganador de Miami y segundo en Imola, puso en serios aprietos a Max Verstappen en el Autódoromo Dino e Enzo Ferrari. El neerlandés ganó por menos de un segundo sobre el británico.

El piloto británico explicó que durante la primera parte de la carrera sentía que había algo en su monoplaza que no le hacía sentirse del todo cómodo y se comprobó con la comunicación con su equipo a través de la radio sobre la falta de ritmo. Mientras, Verstappen se alejaba.

«Tenía que cuidar mis ruedas, y eso significaba estar bajo presión de Charles durante más vueltas de las que me hubiera gustado. Pero tan pronto como despejé el tráfico y volví a mi propio ritmo, me sentí bien. Los neumáticos volvieron a mí y pude empujar y estaba feliz. Así que a partir de ese momento, el ritmo fue increíble», dijo Lando, quien quedó a 0,725 segundos de Max Verstappen en Imola.

El error de McLaren

«Esperábamos que hiciera un poco más de frío. Así que configuramos el coche más para condiciones más frías y creo que pagué el precio en general. Claramente, cuando hace más calor y hay más degradación en los neumáticos traseros, empezamos a tener muchas más dificultades. Esto es algo que sabemos y tal vez podríamos habernos preparado para un poco más», reveló Norris. Cuando el equipo cambió la distribución del coche hacia los neumáticos, se un vio una diferencia notable en el ritmo del coche.