La temporada de 2025 va llegando a su ocaso, y Carlos Alcaraz observa esta puesta de sol con tres grandes objetivos. Asoman las ATP Finals y la Copa Davis, dos grandes torneos que todavía no figuran en la más que amplia vitrina de trofeos del murciano, que en los últimos meses también ha tenido entre ceja y ceja acabar el año como número uno del ranking, algo que ya logró en 2022.
En el Masters 1.000 de París en el que debuta este martes frente a Cameron Norrie, Carlitos tiene su primera oportunidad de asegurarse acabar el curso en lo más alto de la clasificación mundial, algo que parecía utópico al principio del verano, cuando Jannik Sinner dominaba la tabla con puño de hierro.
Con llegar a la final esta semana en La Défense Arena, sede de la natación en los Juegos Olímpicos de París 2024 y adonde se ha mudado el evento parisino tras 39 años en Bercy (ahora entran 17.000 espectadores en la central), el de El Palmar se asegurará levantar por segunda vez en su carrera el trofeo que le acredita como número uno al final de la temporada.
Si, por lo contrario, el murciano no llega a la final de un evento que históricamente no se le ha dado demasiado bien (balance de 5-4 y los cuartos de final de 2022 como mejor resultado), tocará echar cuentas. En caso de que Sinner gane el torneo y Alcaraz caiga antes de semifinales, el italiano recuperaría el número uno, aunque con serias opciones de volver a perderlo en las Finals, donde se la jugaría el español.
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