Es pisar la pista dura y todo cambia en Daniil Medvedev. Su complexión, su cara, su humor y sobre todo, su tenis. Y eso es lo que más necesita, encontrar su juego después de unas giras de tierra batida y de hierba más que irregulares, que le han hecho salir del top 10 (14º en el ranking ATP), y de ser eliminado en la primera ronda de Roland Garros y Wimbledon y en la segunda del Open de Australia.
El que fuera número uno del mundo tiene la oportunidad de ganar el título en Washington, cosa que no sucede desde que se hiciera con el Masters 1000 de Roma en 2023. Y puede que esta sequía de más de dos años pueda estar influenciada por unas molestias de hombro que el ruso nunca comentó y que durante su estancia en Estados Unidos ha revelado.
«Para ser sincero, tuve una temporada completa, o mejor dicho, 365 días, con muchísimo dolor en el hombro. Ahora está mucho mejor desde hace un tiempo, así que puedo seguir trabajando en ello», desvelaba en la entrevista a pie de pista tras su victoria ante Wu.
Como era de esperar, al pasar por zona mixta fue preguntado por esta confesión que nadie sabía: «Si no recuerdo mal, sería de mediados de 2023 a mediados de 2024. Era doloroso casi todo el tiempo. A veces más. A veces menos. No es fácil porque en muchos entrenamientos quieres trabajar el saque, pero yo no lo hacía porque tenía miedo de inflamarlo más. Pero, encontramos una manera de trabajar con él y no tengo dolor en bastante tiempo, desde mediados de 2024», comenta el moscovita.
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