Se acerca Roland Garros y Novak Djokovic ha decidido dar un golpe sobre la mesa. Tras su preocupante mala racha de resultados en los últimos meses, el serbio anunció este martes el fin de su vinculación con Andy Murray, que ejercía de entrenador desde principio de año.

«Gracias, entrenador Andy, por todo el esfuerzo, la diversión y el apoyo durante los últimos seis meses dentro y fuera de la cancha. Disfruté mucho profundizando nuestra amistad», escribió el campeón de 24 títulos de Grand Slam en sus redes sociales.

Tras verse obligado a retirarse en semifinales del Open de Australia, Djokovic cayó en primera ronda de los torneos de Doha e Indian Wells. Días después se plantó en la final de Miami, que perdió con Jakub Mensik, para después encadenar otros dos tropiezos tempraneros en Montecarlo y Madrid.

Tras renunciar a jugar esta semana en Roma, la reaparición del serbio está prevista para la semana que viene en Ginebra, solo unos días antes del inicio de Roland Garros. Este torneo podría ser la preparación exacta para retomar el ritmo competitivo.