Entre los cuatro mejores. El Real Madrid sufrió más de la cuenta en Butarque y sacó pasaje para las semifinales de la Copa del Rey. Los Merengues superaron 3-2 al Leganés de Renato Tapia para continuar su camino hacia su 21º trofeo en esta competencia. El canterano Gonzalo García fue el héroe del compromiso al marcar el gol de la victoria sobre la hora.
Las lesiones de Alaba y Rudiger obligaron a Ancelotti a renovar su dupla defensiva. Asencio, con algunas batallas en su haber, y el joven e inexperto en partidos de este calibre, Jacobo. La principal carta de gol de los madrileños radicó en la presencia de Endrick como nueve.
El brasileño, exPalmeiras, pudo anotar el primero del encuentro, pero su remate salió mordido y fácil de desviar para el arquero Soriano. El inoxidable Luka Modric estrenó el luminoso del Municipal de Butarque. Endrick se redimió y amplió la cuenta tras un desafortunado intento de rechazo de Tapia.
Antes del pitazo final del primer tiempo, una mano en una barrida de Jacobo fue cobrada como penal. Juan Cruz se encargó de canjear la pena por gol y anotar el descuento. En el complemento, el mismo Cruz armó la pared con Brasanac y la jugada decantó en la igualdad. Explotó el recinto y se flameaban las bufandas blanquiazules en las gradas.
Cuando parecía que el compromiso tenía inevitablemente como destino la prórroga, se repitió una historia que ha sido contada centenares de veces. Cuando el reloj marcaba 92+3’, Gonzalo García, quien había ingresado por Endrick, cabeceó un centro de Brahim y marcó el agónico tanto de la victoria y la clasificación a semifinales.
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