La suerte ya estaba echada. La salida de Daniel Ricciardo, uno de los pilotos más entrañables de la Formula 1, del equipo Visa Cash RB, filial de Red Bull, era algo que se venía cocinando desde hacía meses. Christian Horner, jefe del equipo de la bebida energética, contó en el podcast F1 Nation, que Helmut Marko quería sacar al australiano de la parrilla hace meses.

«Él [Ricciardo] comenzó la temporada de manera irregular, y luego Miami fue un fin de semana de dos caras», dijo Horner. «El viernes y el sábado por la mañana estuvo fantástico, y parecía el Daniel de antaño defendiéndose de los Ferrari y rindiendo por encima del coche».

«Pero el sábado por la tarde y el domingo fueron desastrosos. Así que incluso en Barcelona, Helmut quería que se bajara del coche, y ya había mucha presión sobre él en ese momento», cuenta el británico.

Un episodio bisagra en el año del retiro de Ricciardo fue el Gran Premio de Montreal. El fin de semana en el Gran Premio de Canadá tuvo muchas críticas negativas para el australiano, una puntualmente que caló de Jacques Villanueve. Sin embargo, Ricciardo usó las críticas a su favor para levantar el nivel.

«Cuando llegamos a Montreal, fue el querido Jacques Villeneuve el que le puso las pilas, haciéndole pasar un mal rato, y eso sin duda le motivó, según vimos cómo pilotó el coche ese fin de semana, lo cogió por el pescuezo (no literalmente hablando) e hizo un fin de semana muy fuerte».

«Así que le dije [a Ricciardo] que llamara a Jacques en cada gran premio, durante el resto del año, porque dijera lo que dijera, sin duda funcionó».