Argentina, siguiendo con una impresionante racha de títulos, partidos invictos y por sobre todo un rendimiento de mucha jerarquía.

Equipo de movimientos automatizados, de técnica precisa, con jugadores de experiencia y de vibrante empuje, hicieron que desde el primer partido fuesen como calculando pisar el acelerador de acuerdo a la exigencia de cada partido. El ‘Dibu’ Martínez, ‘Cuti’ Romero, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, fueron las columnas importantes. Arriba, con dos goleadores turnándose positivamente como Julián Alvarez y Lautaro Martínez. Con Ángel Di María trabajando en todo sentido y por sobre todo a Lionel Messi, quien si bien no hizo un gran torneo a lo que nos acostumbra, fue suficiente con las pinceladas de genialidad que nos dio y con final dramático y conmovedor.

Es clave decir que Lionel Scaloni mantiene en su grandeza de técnico una humildad espectacular. Merecido y justo campeón la selección Argentina. No podemos dejar en el análisis al subcampeón, el carismático equipo de Colombia, precedido por una racha impresionante de estar invicto. Dirigido exitosamente por Néstor Lorenzo, nos dejó ver a un equipo con mucho talento futbolístico, vistoso, dinámico, de un amor propio de no dejar por perdida ninguna pelota. Y en lo individual, presentándonos a un recuperado James Rodríguez, el mejor a nuestro entender de la Copa América, y a otros como Luis Díaz, Richard Ríos y Jhon Arias. Reconocimiento y aplausos a Colombia.