Lewis Hamilton volvió a ganar una carrera en la Fórmula 1 tras cerca de dos años y medios. En noviembre del 2021, en Arabia Saudita, había sido su última victoria. El británico ganó el GP británico de Silverstone y no pudo ocultar su emoción hasta las lágrimas. «Sí, no puedo dejar de llorar», admitió el heptacampeón.
Cuando fue consultado sobre si dudó de volver a subirse a lo más alto del podio de la Fórmula 1, Hamilton respondió “Absolutamente”, con total sinceridad.
«La sensación es diferente a las carreras anteriores, y en particular a las carreras en las que tienes una carrera tras otra, o a las temporadas en las que tienes múltiples victorias. Creo que con la adversidad que hemos atravesado como equipo, y que personalmente sentí que he experimentado, esos desafíos, el desafío constante que todos tenemos de levantarnos de la cama todos los días y dar lo mejor de nosotros mismos».
«Hay tantas veces en las que sientes que tu mejor intento no es lo suficientemente bueno, y a veces puedes sentir decepción. Vivimos en una época en la que la salud mental es un problema tan grave, y no voy a mentir, no es… que haya experimentado eso».
«Definitivamente ha habido momentos en los que pensé que esto era todo, que nunca volvería a suceder. Así que tener esta sensación al cruzar la línea de meta, creo honestamente que nunca he llorado después de una victoria. Simplemente salió de mí. Es una sensación realmente genial. Estoy muy agradecido por ello».
Una de las postales más emotivas que dejó la jornada fue el abrazo entre Lewis Hamilton y su padre, Anthony, quien declaró a Sky Sports sobre la victoria de su hijo. “¿Qué locura fue eso? Nunca iba a renunciar a eso. Solo hay que mirar los tiempos, era una décima [de segundo] aquí, una décima allá, no importaba lo que estuviera sucediendo. Lewis tenía el control total. No había forma de que con ese auto actual y los neumáticos que tenía dejara escapar la victoria frente al público británico. Y eso es lo que lo motivó”.
«Lewis fue segundo ayer y estaba decepcionado consigo mismo, pensó: ‘pude hacerlo mejor’ después de la clasificación. Así que se va a casa, se concentra de nuevo y regresa y sabes que ha calculado todo y está esperando que el entorno cambie, y cuando el entorno cambia, está en su elemento”.
«Es genial para el equipo, es genial para el público británico… y es genial para el automovilismo».
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